![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1TdO__uE6HkoBnjiLkBkOIuLNpZjRlxgspFjaT7WvoIrnr1Hmz0Q1-beaV7PDaivcas8QaBoaq4xHbymWlDmYBfPapOVmem7CtdQeOecDbW3cU42oUILC1dJSKlj_Q933XGQPo2MhyO_o/s320/00041267.jpg)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgINpJ1Y9yihtYrxZdpldyyf6rdJiLIu-uHHFJWPMqJDv9SlczbXAa4YjerY6CVoZ8j4C_OROzRSjKrx74UTMaTxOyeckY_Ccc9py1_QVlwHPjSzCJhis7uKea2Mbgi7ZNCbw_8tzQO9c8C/s320/zogms-maiz-transgenico.jpg)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2ZGf4wC2dOohysrslRsBWzWD98frBjL5V7MBrny60j5oanQj3WMTaDJkav6_n-8Z3AjLR5_syART1e4o_e5wGMAyq5Y7k3B3wTfsqJHJ_Iz8RhQpfleks2IFEK2QH9wKJ0bQqv_f7xVAq/s320/transgenicos.png)
•Para la salud del consumidor.
El riesgo que aparece a primera vista es la posibilidad de que, al introducirse una proteína "extraña" en el alimento (la toxina o el enzima bacteriano, por ejemplo) pudieran aparecer reacciones de alergia en algunos consumidores. La experiencia del uso desde hace bastantes años de las toxina de Bacillus thuringiensis, en la "agricultura biológica" sin que se hayan indicado casos de alergia hace que no parezca probable su aparición al encontrarse dentro de un transgénico. Lo mismo puede decirse de las otras proteínas, de las que por el momento tampoco se conoce un solo caso de alergia a ellas.En cuanto a los genes transferidos, el único que pudiera considerarse cuestionable es el de resistencia a un antibiótico, gen utilizado como auxiliar en algunos transgénicos. En condiciones naturales, el paso del gen de resistencia desde el vegetal a las bacterias es extremadamente difícil, y en cualquier caso, ese paso, de producirse, sería insignificante compararado con la propia presencia del gen de resistencia en la población natural. El grave problema de las resistencias a antibióticos no se debe tanto a la existencia de los genes de resistencia como a la presión de selección inducida por un uso incorrescto de los antibióticos en medicina humana o animal.
A esto hay que añadir que en la mayoría de los casos, los productos que se consumen no son los propios vegetales, sino materiales muy elaborados, como la glucosa obtenida del almidón del maiz o el aceite en el caso de la soja, materiales en los que no hay ni DNA ni proteínas.
• Efectos sobre el medio ambiente.
Desde el punto de vista medioambiental, los vegetales transgénicos con genes de resistencia a insectos representan una ventaja medioambiental desde el momento en que reducen la utilización de insecticidas químicos, menos específicos que el presente en el propio vegetal. También los genes de tolerancia a herbicidas pueden representar una ventaja medioambiental al permitir una mejor gestión del uso de los herbicidas, utilizando aquellos que son menos tóxicos y persistentes (glifosato y glufosinato) pero que presentaban problemas precisamente por su falta de selectividad.
El riesgo de paso de los genes de resistencia a plantas salvajes se ha planteado como una posibilidad de creación de "supermalezas". Este planteamiento olvida que esto solamente es posible por polinización entre especies muy próximas, que en los casos de soja y maiz no existen en Europa, y que, en cualquier caso, los parientes salvajes de las plantas cultivadas no han representado nunca un problema como "malas hierbas".
En cuanto al riesgo de que el polen del maiz transgénico pueda afectar a insectos no diana, los experimentos en condiciones de campo han demostrado que es mínimo, mucho menor que si se usan insecticidas químicos.
En el caso de la utilización de transgénicos con proteínas insecticidas, es perfectamente posible la aparión de fenómenos de resistencia en insectos diana, lo mismo que ha sucedido en el caso de la utilizacioón de insecticidas químicos. La gestión de este problema exige el mantenimiento de áreas sembradas con maiz no transgénico, para disminuir la presión de selección y retardar la aparición de poblaciones resistentes.